JAPÓN, EL PAÍS DEL SOL NACIENTE

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La realización de un informe económico en la asignatura de Historia Económica de la Universidad Pablo de Olavide basado en algunos de los países situados es la zona de Asia-Oceanía, despertó mi curiosidad por los datos observados en un país es concreto: Japón.
Dicho informe se centraba en los países de India, China, Japón, Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda.
Desde el comienzo del informe Japón ya destaca con la variable de PIB per cápita, situándose el segundo (por detrás de Australia) de los países sobre los que se realiza el análisis.

En éste gráfico obtenido por los  datos facilitados de The World Bank, podemos observar una hiperinflación en 1995 en el país mas poblado del mundo en la actualidad (China), que 5 años después el nivel de precios rozaba casi el 0.
No obstante, lo que más llama la atención de dicho gráfico es la inflación en términos negativos de Japón. Ésto se remonta a 1986, cuanto estalló la burbuja inmobiliaria en Japón, que consistió básicamente que, cito textualmente "Ante el riesgo de que la apreciación del yen (acordada en septiembre de 1985 en la reunión del G5 en el Hotel Plaza de Nueva York), afectara el ritmo de crecimiento económico, el Banco de Japón puso en marcha una política monetaria expansiva entre 1986 y 1989. El banco logró su objetivo, sin generar presiones en el índice general de precios. Sin embargo, alimentó sendas burbujas en el mercado de valores y en el sector inmobiliario. La primera se convirtió en cracen 1989 y la segunda en 1991. Los bancos resultaron severamente afectados por las pérdidas registradas en sus carteras de valores y de créditos. Al no haber-se realizado oportunamente el rescate bancario necesario, el crédito se contrajo y algunos bancos quebraron o fueron fusionados. Todo ello contribuyó a una década de estancamiento de la economía japonesa: de 1992 a 2003."-extracción de documento del segundo enlace de los posteriores (más información aquí y aquí.)
La deuda del Gobierno central fue cada vez mayor durante esa época, lo cuál tiene lógica dada la situación en la que se encontraba Japón.

Por otro lado, la esperanza de vida en todos los países seleccionados aumenta con el paso de los años, situándose la más alta en Japón. Actualmente ésta es de 87 años en el caso del sexo femenino y de 82 en el de los varones. El problema viene originado por la baja tasa de natalidad (1.40 hijos por mujer) por lo que no habría reemplazo generacional y lo convierte en una de las sociedades más envejecidas del mundo. Observando los datos obtenidos del Instituto Nacional de Investigaciones Demográficas y de la Seguridad Social, se observa que a partir de 2010 la población japonesa comenzó a decrecer de los 128 millones de habitantes de ese momento, y se estima que en 2050 el número de habitantes habrá caído por debajo de los 100 millones. El problema va más allá de la pérdida de competitividad con respecto a otros países por la bajada del PIB, si no realmente reside en el mantenimiento de la seguridad social. 

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Pero, ¿que puede hacer Japón para evitarlo o para reducir las consecuencias? 

En primer lugar, todos los residentes en Japón de entre 20 a 60 años, deberán estar inscritos en el Plan Nacional de Pensiones y abonar las cuotas que correspondan. Por otro lado, la edad legal de jubilación es de 65 años con el requisito de haber cotizado al menos 25 años. Sin embargo, desde 2015 se pagará pensión a partir de 10 años cotizados. La pensión máxima requiere 40 años cotizados y se realizarán ajustes para mayores y menores periodos de cotización.

Para no fomentar la jubilación anticipada, ésta tiene una penalización del 6% por año, y se bonificará la posposición de la jubilación con un 8.4% anual. 

Además, desde 2006 es posible combinar el cobro de la pensión con un trabajo remunerado siempre que los ingresos totales no excedan los 480.000 yenes (3.500 euros aproximadamente). A partir de este límite, la mitad del exceso se reducirá de la pensión ligada a ingresos, mientras que la pensión básica será cobrada íntegramente.

Hay que destacar que la tasa de desempleo en Japón es muy baja, debido a las políticas mencionadas anteriormente pero también a la cultura corporativa japonesa. 

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Otro dato relevante en la observación de las gráficas es la baja exportación de Japón tanto de bienes como de servicios, que de los países seleccionados es el que se sitúa a la cola. La causa es la expuesta anteriormente, la crisis, que ha provocado una reducción de las utilidades de las empresas que, obligan a reducir fuerza de trabajo y, a su vez, desechar nuevas inversiones, por lo que producen menos y exportan menos, consecuentemente. Corea del Sur es el país que más exporta por delante de Nueva Zelanda, China, Australia, India y Japón.

En último lugar, yo elegí el índice de corrupción, dónde podemos observar que en ninguno de los países es exageradamente elevado y en Nueva Zelanda es prácticamente inexistente, y tanto en India cómo en China, se sitúa en el 0.45, unos niveles bastante elevados con respecto a los demás países. 

El Indice de Corrupción otorga una puntuación entre 0, menos corrupto y 1, más corrupto, a los países según las percepciones sobre el grado de corrupción que existe en su sector público. Se trata de una percepción, un país puede salir más arriba en el ranking porque sea más consciente de sus niveles de corrupción y no porque sea más corrupto.  

El índice utiliza distintas encuestas basadas principalmente en el análisis de expertos y ejecutivos de cada región. Sin embargo, estos datos provienen de varias fuentes distintas con metodologías que varían por países y años.

Nota: Los gráficos que no poseen leyenda son obtenidos de Data Bank.